martes, 8 de mayo de 2012

¿LIBRES?


¿LIBRES?
F. Abraham Tobias Hernández
Saltillo, Coahuila de Zaragoza a,
mayo del 2012

“La libertad es el lujo que no todos pueden permitirse”
Otto von Bismarck

Todos sabemos de ella, unos la usamos, a otros se les ha limitado, hay muchos más que no la tienen. La facultad humana de hacer o no hacer según su conciencia, lo que conlleva una responsabilidad por los actos realizados u omitidos: LA LIBERTAD.

Supuestamente somos libres de hacer lo que se nos venga en gana siempre y cuando no esté prohibido o afectemos a un tercero, y digo “supuestamente”, porque a veces no hay opción para unos, hay personas obligadas a hacer y otras obligadas a omitir.

No hablemos del mundo, porque hay lugares donde la libertad es exclusiva de un sexo, una casta, una clase económica o creencia religiosa, la ley suprema de este país nos reconoce libertades, por ejemplo la  libertad religiosa, libertad de expresión, libertad de oficio, entre otras plasmadas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

¿En realidad somos libres? Si partimos del supuesto que hay días que no puedes salir de tu casa por miedo a una balacera, granada, explosivo o cualquier otro artefacto bélico hechos por el hombre para matar hombres, no, no somos libres.

¿Hay libertad de expresión o de prensa? Cuando los medios los usan sólo para sus intereses, dicen lo que les conviene, hablan bien de quien les paga y hablan mal por encomienda, si a eso le sumamos que el periodista está en franco peligro ante los problemas del narcotráfico, su vida está en juego cada que se atreve a escribir o investigar algo. Los medios son esclavos del dinero y los periodistas rehenes de la delincuencia.

Aquel mexicano que decide ponerse a dieta y dejar de comer ya sea por salud o vanidad, es libre de elegir hacerlo o no, pero aquel mexicano que no tiene otra opción que dejar de comer porque no tiene dinero, no goza de la misma libertad, él no elije comer o no comer, no come por pobre, no sacia esa necesidad, no mata el hambre y ésta duele.

Si dicen que tenemos la libertad de votar por quien nos parezca la mejor opción y vemos cómo al final de cuentas impone al dirigente o, caso concreto, al presidente, un grupo de millonarios --remember 2006--, entonces es una libertad que no vale; es decir, no somos libres para elegir a nuestros gobernantes.

Un niño o joven que deja la escuela para ir a trabajar porque el dinero no alcanza en su casa tampoco es libre de elegir estudiar o no estudiar, la necesidad lo obliga a buscar el sustento, arriesgándose a ser explotado, entre otras aberraciones humanas, no, no es libre.

Las libertades reconocidas en la Constitución son sólo un poema, letra en papel, mientras haya algún mexicano sin el derecho de discernir entre comer o no comer; vestir o no vestir tal o cual ropa; usar o no usar zapatos; salir o no salir de casa; estudiar en una escuela o en otra; votar y que tu voto sea válido, -al parecer Bismarck tenía razón- no podemos hablar de un país con mexicanos libres.

Twitter: @AbrahamTobias