sábado, 15 de septiembre de 2012

LA NOCHE DE UN INDIO CUALQUIERA


LA NOCHE DE UN INDIO CUALQUIERA
F. Abraham Tobias Hernández
Saltillo, Coahuila de Zaragoza
Septiembre, 2012

Estoy cansado, quiero dormir y el hambre no me deja. Una tortilla de maíz con chile y sal, pa´ variar una agua de chía, lo único en la panza. La jornada fue dura, el sol fue implacable con mi piel, creo que me arde, pero estoy tan cansado que la verdad ni me importa. Mi María y sus tres chilpayates, preñada esperamos al cuarto, le finjo alegría. ¿Qué le voy a dar de tragar?, pienso.

La jornada fue pesada, cada día que pasa se me hacen más largas. Los años ya me pesan, me duele la espalda, el patrón me agarró a chingazos, solo porque me estaba cubriendo del sol; ni un ratito fue, pinche viejo.

Ah, pero vi al patrón con sus tres amigos, los dueños de todo; él montado en un caballo, ¡qué buen animal!, bonito, brioso prieto, brilloso, pues cómo no, si traga mejor que yo, mi maría y los chilpayates juntos, pa’si no va estar bonito el animal.

¿Por qué no fui español, criollo?, mínimo mestizo, eso de ser un jodido indio ya no me gustó, un calor de la chingada y soportar al capataz, nomás porque es hijo del patrón y de aquella pinche india, se cree muy chingón, pobre pendejo, toda la región lo sabe menos él, ¡ay patroncito! cómo le gusta hacerle al pendejo.

Espero un día mi raza demuestre su fuerza, somos más, jodidos pero más, sigo cansado, el petate esta frio, ahoritita lo caliento. María ¿ya comieron los chilpayates? ah qué vida les espera, golpes, insultos, lo bueno que fueron cabritos, que si hubieran sido viejas peor vida les espera, así machitos, pa´ que jalen y me ayuden, pero ya crezcan cabrones.

Es de noche, cansado estoy y sé que así me levantaré, ahora sí que de haber sabido ni nazco, pa´ ser un pinche peón al servicio de este viejo panzón. Ah, pero él si se levanta temprano pero pa´ tragar, y parece que lo único que le gusta hacer es chingar y chingar y chingar.

Es de noche, mi vieja está dormida, y sigo pensando en ese día. Quiero venganza,  eso de que pon la otra mejilla, pero solo tengo un hocico, sólo tengo una espalda; está cansada de hacerle a la mula.

He escuchado ahí comentarios que libertad y no sé qué tantas cosas, me vale madre, quiero vengar todo lo que me han hecho, golpe por golpe, cada gota de sudor con sangre que me han hecho derramar. ¡Ay patroncito!, no te la vas a acabar. Cada lágrima que me sacaste y me tragué desde niño, todavía me acuerdo cuando estaba con mi tata y mi viejita, los agarraste a golpes y quise defenderlos, me dejaste esta cicatriz, cada que la toco me acuerdo, un día patrón, vas a ver un día.

¿Campana?, a´chis,  si es muy tarde, ¿las habré figurado?, deja me duermo. No, si son de verdad, el cura nos llama. Ah pinche curita ¿qué querrá?

Twitter@AbrahamTobias