LA NOCHE DE UN INDIO CUALQUIERA
F. Abraham
Tobias Hernández
Saltillo,
Coahuila de Zaragoza
Septiembre,
2012
Estoy cansado, quiero dormir y el
hambre no me deja. Una tortilla de maíz con chile y sal, pa´ variar una agua de
chía, lo único en la panza. La jornada fue dura, el sol fue implacable con mi
piel, creo que me arde, pero estoy tan cansado que la verdad ni me importa. Mi
María y sus tres chilpayates, preñada esperamos al cuarto, le finjo alegría.
¿Qué le voy a dar de tragar?, pienso.
La jornada fue pesada, cada día
que pasa se me hacen más largas. Los años ya me pesan, me duele la espalda, el
patrón me agarró a chingazos, solo porque me estaba cubriendo del sol; ni un
ratito fue, pinche viejo.
Ah, pero vi al patrón con sus
tres amigos, los dueños de todo; él montado en un caballo, ¡qué buen animal!,
bonito, brioso prieto, brilloso, pues cómo no, si traga mejor que yo, mi maría
y los chilpayates juntos, pa’si no va estar bonito el animal.
¿Por qué no fui español, criollo?,
mínimo mestizo, eso de ser un jodido indio ya no me gustó, un calor de la
chingada y soportar al capataz, nomás porque es hijo del patrón y de aquella
pinche india, se cree muy chingón, pobre pendejo, toda la región lo sabe menos
él, ¡ay patroncito! cómo le gusta hacerle al pendejo.
Espero un día mi raza demuestre
su fuerza, somos más, jodidos pero más, sigo cansado, el petate esta frio, ahoritita
lo caliento. María ¿ya comieron los chilpayates? ah qué vida les espera,
golpes, insultos, lo bueno que fueron cabritos, que si hubieran sido viejas
peor vida les espera, así machitos, pa´ que jalen y me ayuden, pero ya crezcan
cabrones.
Es de noche, cansado estoy y sé
que así me levantaré, ahora sí que de haber sabido ni nazco, pa´ ser un pinche
peón al servicio de este viejo panzón. Ah, pero él si se levanta temprano pero
pa´ tragar, y parece que lo único que le gusta hacer es chingar y chingar y chingar.
Es de noche, mi vieja está dormida,
y sigo pensando en ese día. Quiero venganza,
eso de que pon la otra mejilla, pero solo tengo un hocico, sólo tengo
una espalda; está cansada de hacerle a la mula.
He escuchado ahí comentarios que
libertad y no sé qué tantas cosas, me vale madre, quiero vengar todo lo que me
han hecho, golpe por golpe, cada gota de sudor con sangre que me han hecho
derramar. ¡Ay patroncito!, no te la vas a acabar. Cada lágrima que me sacaste y
me tragué desde niño, todavía me acuerdo cuando estaba con mi tata y mi
viejita, los agarraste a golpes y quise defenderlos, me dejaste esta cicatriz,
cada que la toco me acuerdo, un día patrón, vas a ver un día.
¿Campana?, a´chis, si es muy tarde, ¿las habré figurado?, deja me
duermo. No, si son de verdad, el cura nos llama. Ah pinche curita ¿qué querrá?
Twitter@AbrahamTobias