miércoles, 5 de febrero de 2014

LA PLATA EN CARNE Y HUESO

La Plata en Carne y Hueso

F. Abraham Tobias Hernández
Saltillo, Coahuila de Zaragoza
 septiembre del 2010


El 23 de septiembre de 1917 fue el día en que el sol dorado de Tulancingo, Hidalgo, sintió envidia por el brillo de la plata, ahí nació un icono de la cultura popular mexicana, al rango de Pedro Infante o Tin Tan. Rodolfo Guzmán Huerta vio la luz y la luz se hizo plateada.

El 5° hijo de siete llegó a la Cd. de México en 1920, practicó beisbol y futbol americano (el segundo mejor deporte del mundo después de la Lucha Libre), sus pininos como luchador comenzaron entre 1934 ó 1935, dando muestra que había madera de buen luchador.

Al inicio de su carrera luchó bajo varios nombres, como Rudy Guzmán, El Incógnito, El Hombre Rojo, El Demonio Negro, entre otros; no fue sino hasta 1942, a propuesta de su entrenador Jesús Lomelí, quien le dio tres nombres, comenzó a usar un equipo plateado  y el eligió el mote de El Santo.

Saltó a la Arena México, la catedral de la lucha libre, un 26 de julio del ahora lejano 1942, el mismo día del hundimiento del SS Oaxaca, por el submarino alemán U-171, por primera vez El Enmascarado de Plata, con mallas negras y vivos grises, se presentó como rudo, la catedral de la lucha libre fue testigo de ello, esa tarde 7 enemigos lo esperaban en una batalla campal, fue expulsado por exceso de rudeza contra el Ciclón Veloz y el propio réferi. Al poco tiempo se fue definiendo su estilo de lucha, que al día de hoy es inconfundible.

Como luchador venció a los mejores, desenmascaró a Black Shadow, Espanto y El Espectro, entre otros. Como pareja de Gory Guerrero, quien inventó la llave de “A Caballo”, pero el plateado fue el único capaz de inmortalizar tal castigo, grandes batallas libraron. También luchó a lado de otros grandes como El Solitario y Huracán Ramírez, de sus movimientos aprendieron.

Del ring salta a las historietas en 1952, lo que hoy conocemos como cómic. De la mano de José Guadalupe Cruz fue el primer luchador en incursionar en el papel las hazañas de la lucha libre, para así empezar a quedarse en la memoria popular para siempre.

En 1958, el Santo pasó del papel a la pantalla con dos películas grabadas en la Hermana República de Cuba, El Santo contra el Cerebro del Mal y el Santo contra los Hombres Infernales, en su cineteca se acumulan más de 50 películas. Por cierto, el Santo también pisó las arenas de toreo, desde Tijuana, hasta América del Sur la plata deslumbró todo el continente hispanoparlante.

El Santo luchó contra monstruos como vampiros y hermosas vampiresas, zombies y momias,  hombres lobo y marcianos,  bandas criminales con la finalidad de conquistar el mundo, hasta Blue Demon y Capulina se enfrentaron al plateado, Él, El Santo de todos ellos, con sus llaves y topes, nos protegió de caer en las garras del mal.

El Santo es el héroe que su fama llegó mas allá de América Latina, llegó a tierras lejanas como el Líbano y Turquía. Fuera de nuestro país creían que era un ser fantástico, un personaje tipo Batman o Spiderman, sorpresa se llevaron cuando supieron que era un héroe de plata, carne y hueso, un ser humano que podías ver y tocar, escuchar y charlar.

Recuerdo aquella película llamada El Hacha Maldita --por cierto casi imposible conseguirla-- y también la famosa Contra las Momias de Guanajuato, cabe señalar nuestro héroe sale nada más al final para salvar a la humanidad, ya que el Demonio Azul y Mil Máscaras no pudieron, dicho con todo respeto, necesitaron de su ayuda.

En el programa "24 Horas" se descubre su rostro, a muchos como yo no nos ganó el morbo, es verdad cuando te digo que cerré mis ojos, no quería conocer al hombre debajo de la capucha, seguro él lo hizo por reconocer a don Rodolfo, me resistí. Este episodio debe ser recordado como la "Traición de Jacobo", ya que mostró la imagen congelada del campeón.

El misterio de la máscara, los poderes que le otorgaba y las habilidades dotadas por la careta de manera mágica, sólo él era capaz de realizarlas, verlo sin ella la verdad no me interesó.

El 5 de febrero de 1984, la plata cayó para darle vida a la Leyenda. Recuerdo que al día siguiente recibí la noticia a la hora de la comida, mi madre fue la encargada; el mole y el arroz que ella había preparado se quedaron en la mesa, me subí a mi cuarto y me puse mi máscara plateada.

La lucha lo extraña y la afición no lo olvida, después de él, el cine de luchas no fue el mismo, después de él, la lucha cambió por completo, siguieron muchos emulando sus proezas.

Los hombres mueren, las modas pasan, las leyendas son eternas y El Santo es inmortal.


Twitter: @AbrahamTobias
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